Estudio de Kaspersky señala que 1 de cada 10 empresas ha sufrido incidentes cibernéticos en los últimos dos años debido al uso de programas o apps no autorizados
Las empresas corren un mayor riesgo de convertirse en blanco de ciberincidentes debido al Shadow IT por parte de los empleados: se trata del uso de aplicaciones, dispositivos y/o servicios de nube pública, que no están autorizados o no cumplen con las políticas de seguridad de los departamentos de TI. Un reciente estudio de Kaspersky revela que 77% de las empresas en todo el mundo sufrió incidentes cibernéticos en los últimos dos años, el 11% a raíz del uso de Shadow IT por parte de los empleados. Las consecuencias del uso de plataformas no autorizadas pueden ser diversas en su gravedad, pero nunca son insignificantes, ya sea por la filtración de datos confidenciales o por daños tangibles al negocio.
La investigación de Kaspersky reveló que la industria de TI ha sido la más afectada, sufriendo el 16% de los incidentes cibernéticos debido al uso no autorizado de Shadow IT en 2022 y 2023. Otros sectores afectados por el problema fueron el de infraestructuras críticas, así como las organizaciones de transporte y logística con un 13% de los incidentes en cada rubro.
El reciente caso de Okta demuestra claramente los peligros de utilizar Shadow IT. El año pasado, un empleado que utilizaba su cuenta personal de Google en un dispositivo propiedad de la empresa, permitió involuntariamente a los actores de amenazas acceder sin autorización al sistema de atención al cliente de la compañía. Ahí los ciberdelincuentes lograron secuestrar archivos que contenían tokens de sesión que luego podían utilizarse para realizar ataques. Este incidente cibernético duró 20 días y afectó a 134 clientes de la empresa, según el informe de Okta.
Cuando se habla de Shadow IT, puede tratarse de aplicaciones no autorizadas instaladas en los equipos de los empleados, o de memorias USB y dispositivos móviles no solicitados, entre otros. Pero también hay algunas opciones que son menos llamativas. Un ejemplo es el hardware que queda abandonado tras la modernización o reorganización de la infraestructura informática. Puede ser utilizado por otros empleados, adquiriendo vulnerabilidades que tarde o temprano encontrarán su camino en la infraestructura de la empresa.
En cuanto a los programadores, como ocurre a menudo, ellos mismos pueden crear programas a la medida para optimizar el trabajo dentro de un equipo/departamento, o para resolver problemas internos, haciendo que el trabajo sea más rápido y eficaz. Sin embargo, no siempre piden autorización al departamento de TI para utilizarlos, y esto podría tener consecuencias desastrosas.
“Los empleados que utilizan aplicaciones, dispositivos o servicios en la nube no autorizados por el departamento de TI creen que, si esos productos informáticos proceden de proveedores de confianza, deben estar protegidos y seguros. Sin embargo, en los ’términos y condiciones’, los proveedores externos utilizan el llamado ’modelo de responsabilidad compartida’. En éste, al elegir ’Acepto’, los usuarios confirman que realizarán actualizaciones periódicas de ese software y que asumen la responsabilidad de los incidentes relacionados con su uso (incluidas las fugas de datos corporativos). Las empresas necesitan herramientas para controlar el Shadow TI cuando sus empleados lo utilizan”, comenta Alexey Vovk, responsable de Seguridad de la Información de Kaspersky.
La situación con el uso generalizado de Shadow IT se complica por el hecho de que muchas organizaciones no tienen documentadas las sanciones que sufrirán sus empleados como consecuencia de ir en contra de las políticas de TI en esta materia. Además, se prevé que Shadow IT podría convertirse en una de las principales amenazas para la ciberseguridad corporativa en 2025.
La buena noticia es que la motivación de los empleados para utilizar los programas no autorizados no siempre es maliciosa, incluso, usualmente es todo lo contrario. En muchos casos, los colaboradores la utilizan como una opción para ampliar la funcionalidad de sus herramientas de trabajo porque creen que el conjunto de software permitido es insuficiente, o simplemente prefieren un programa conocido de sus equipos personales.
Para mitigar los riesgos del uso de Shadow IT en una organización, Kaspersky recomienda: